El Ordenamiento Territorial como herramienta para avanzar hacia una sustentabilidad fuerte
10/04/2021La sustentabilidad es un concepto que actualmente está en boga, y que, en algunos casos, su concreción está al debe. En este sentido, el Proyecto GEF Montaña, a través de un ejercicio de Planificación Ecológica a escala local, busca transmitir y orientar el desarrollo de un nuevo paradigma, en el que la visión ecológica sea incorporada al ordenamiento territorial del país.
En las últimas décadas, diversos territorios naturales de Chile han vivido una fuerte presión, derivada del crecimiento económico y de la población. Ha aumentando el consumo de alimentos, de bienes y servicios, estimulando, con ello, la expansión de la frontera agroforestal; de los límites urbanos; y la expansión de la actividad minera y energética del país, lo cual ha impactado negativamente en el funcionamiento de nuestros ecosistemas.
El modo en que se ha comprendido la noción de sustentabilidad no ha permitido detener el ritmo al que avanza la pérdida de la biodiversidad, y con ello, cómo se ve afectada nuestra salud y economía. A este enfoque se le denomina “sustentabilidad débil”, y está marcado por la expectativa de lograr un desarrollo equilibrado entre sociedad, economía y naturaleza, pero sin alcanzar este objetivo. Dicho enfoque puede explicarse con una mejor perspectiva si observamos la planificación del uso del territorio.
Sustentabilidad y Planificación Territorial
Nuestra biodiversidad tiene un alto grado de singularidad, posee un valor intrínseco y cumple funciones críticas para la provisión de servicios ecosistémicos, contribuyendo a la calidad de vida de la población y al desarrollo económico del país, cuyo modelo se basa en la extracción y exportación de recursos naturales. Constantemente estamos recibiendo los beneficios de la naturaleza, ya sea de modo evidente, a través de los alimentos frescos y materias primas, o bien de forma desapercibida como la protección frente a plagas agrícolas, control de inundaciones, provisión de recursos hídricos, la regulación del clima o conteniendo las potenciales enfermedades infecciosas.
“La planificación territorial en Chile posee un enfoque ambiental inspirado en la sustentabilidad débil, que busca un punto de equilibrio entre tres dimensiones igualmente importantes: sociedad, economía y naturaleza; el asunto es que sabemos que incluso esto no es así ya que hasta ahora en el escaso ordenamiento territorial que tenemos han primado criterios económicos más que de justicia social, y la protección del medio ambiente ha quedado completamente relegada”, afirma Alexis Vásquez, académico del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile y director del proyecto Plan Eco Local 2030 – GEF Montaña.
“Solo si contamos con ecosistemas saludables y funcionales, si respetamos los límites de la biósfera, y capacidad de resiliencia de la naturaleza podremos fortalecer nuestra sociedad y construir un sistema económico más sustentable”, explica Robert Erath, oficial del Programa para Proyectos GEF de Biodiversidad y Degradación de Tierras, del Programa ONU Medio Ambiente, quien agrega: “Chile vive un momento de decisiones acerca de su futuro, quizás sea oportuno meditar acerca del respeto de los límites de la biósfera, considerando que somos una especie más de la biodiversidad planetaria, y que por nuestra posición debemos tomar conciencia de la responsabilidad que nos cabe en conservar la vida en el planeta.”
Planificación Ecológica a escala local – Plan Eco-Local 2030 GEF Montaña
La Planificación Ecológica a escala local, impulsada por el Proyecto GEF Corredores Biológicos de Montaña (GEF Montaña) del Ministerio del Medio Ambiente y ONU Medio Ambiente, y desarrollada por la Universidad de Chile, es un aporte del sector ambiental al ordenamiento territorial, ya que establece objetivos ambientales zonificados, particularmente los relativos a proteger la biodiversidad del territorio de 36 municipios de la Región Metropolitana y de parte de la Región de Valparaíso, que conforman el área de intervención del proyecto.
La Plan Eco-Local responde a la demanda, por parte de los municipios, de herramientas e instrumentos que les permitan orientar su trabajo y focalizar los esfuerzos de la gestión ambiental en su territorio rural, para evitar y mitigar una serie de problemas ambientales recurrentes, como, por ejemplo, la pérdida o degradación de humedales; la expansión urbana sobre áreas de alto valor ecológico; o evitar la fragmentación del hábitat propiciando una conectividad del paisaje, que permita el desplazamiento de flora y fauna nativa de los territorios comunales; o para abordar mejor la evaluación de proyectos de inversión dentro de sus comunas que ingresan al SEIA.
“Si bien es un instrumento indicativo, ella provee información espacial explícita sobre la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, aportando recomendaciones a los usos de suelo y posibles acciones de gestión, contribuyendo significativamente a mitigar y resolver las presiones sobre los ecosistemas del país”, indica Juan José Donoso, director del Proyecto GEF Montaña y jefe de la División de Recursos Naturales y Biodiversidad del Ministerio del Medio Ambiente, quien agrega: “la Planificación Ecológica a Escala Local establece orientaciones a las actividades humanas relativas a la gestión de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, no obstante éstas pueden llegar a ser obligatorias si son consideradas e incorporadas en instrumentos de planificación territorial y otros de carácter normativo. Es además la visión estratégica ambiental del territorio, por lo tanto, también nos ayuda a poner en valor una serie de mecanismos de gestión de la biodiversidad que han sido desarrollados por actores locales.”
El uso de este instrumento también aporta información relevante para la gestión de la biodiversidad, especialmente en áreas rurales, por lo que contribuye a orientar acciones en zonas que en la actualidad se encuentran sin ningún tipo de instrumento de planificación territorial que oriente ese tipo de gestión pública, como también contar con una coherencia de las vocaciones territoriales con la zona de interfase con las zonas urbanas. La planificación ecológica local participativa, es clave para el ordenamiento territorial, al relevar los aspectos y valores ambientales, con la debida importancia, y, así, asegurar el soporte de actividades humanas para alcanzar la anhelada sustentabilidad fuerte.
Para facilitar este apoyo, el Proyecto GEF Montaña ya cuenta con diversas herramientas publicadas como el libro con los resultados de este ejercicio de planificación, el Geoportal con cartografía, una Guía Metodológica y una serie de cápsulas audiovisuales referidas a la materia, además de una breve clase del Dr. Alexis Vásquez, para comprender este cambio de paradigma.
Revisa la clase para conocer más sobre qué es la Planificación Ecológica:
Equipo GEF Montaña