Municipios de Santiago y Valparaíso participan de primera Planificación Ecológica a escala local del país

8/05/2019

Profesionales del Proyecto GEF Montaña y la Universidad de Chile, han guiado el proceso de Planificación Ecológica que busca priorizar territorios para la protección de la biodiversidad. A partir de la experiencia del quehacer ambiental en el territorio, funcionarios municipales identificaron valores de biodiversidad y servicios ecosistémicos de sus comunas.

Durante las últimas semanas, 21 municipios de la Región Metropolitana y 5 de la Región de Valparaíso participaron del proceso de Planificación Ecológica a escala local, desarrollado por el Ministerio del Medio Ambiente, a través del Proyecto GEF “Corredores Biológicos de Montaña”, y la Universidad de Chile. “Esta planificación tiene como objetivo proveer información sobre las prioridades deprotección de la biodiversidad en los territorios, según los requerimientos de uso de cada lugar, con un enfoque ecosistémico, es decir, proteger los procesos naturales con miras a una mejor gestión ambiental local para la adaptación al cambio climático”, explica Marianne Katunaric, coordinadora del Proyecto GEF Montaña.

Por primera vez en el país, esta experiencia se desarrolla a escala local, buscando complementar el trabajo regional que actualmente ha realizado el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) en 6 regiones del país. Según detalla Marianne Katunaric, la Planificación Ecológica abarca todo el territorio rural de los municipios que participan del Proyecto GEF Montaña, con quienes, en conjunto, se pretendeequilibrar la dimensión ambiental, económica y social mediante su expresión territorial. “Identificamos aquellas zonas más importantes en presencia de flora y fauna, ecosistemas únicos, y áreas de relevancia para los servicios ecosistémicos como la provisión y recarga hídrica, almacenamiento de carbono y purificación de aire. También identificamos cómo las actividades humanas actuales y planeadas impactan en forma positiva o negativa a nuestro patrimonio natural, ya sean iniciativas con prácticas sustentables u otras sin consideraciones ambientales”, comenta la coordinadora.

De esta forma, la Planificación Ecológica, que es parte del proyecto de Ley del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), actualmente en discusión en el Congreso, viene a ser un instrumento que permita “plasmar políticas públicas sobre protección de la biodiversidad en territorios concretos, ayudando a que la gestión pública tome las medidas necesarias, ya sea planificando el trabajo, estableciendo metas, focalizando recursos, etc.”, explica Jaime Rovira, supervisor técnico del Proyecto GEF Montaña y profesional de la División de Recursos Naturales y Biodiversidad del MMA.

Aplican Metodología Dialogante

“El proceso de Planificación Ecológica ha sido desarrollado en base a una metodología internacionalmente reconocida, llamada Landscape Planning, que ha tenido que ser adaptada a nuestra realidad”, explica Jaime Rovira. Este procesocuenta con un componente científico, a cargo de profesionales de la Universidad de Chile, quienes han levantado y analizado información técnica de las comunas participantes. “Lo que hacemos aquí es tomar todos los datos disponibles de biodiversidad y recursos naturales, y evaluamos su sensibilidad ante perturbaciones naturales y humanas, para saber con mayor certeza las características y funciones de los territorios. Dada la complejidad del proceso, este debe abordarse desde una perspectiva transdisciplinar”, cuenta Alexis Vásquez, profesor del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile. Por este motivo, el proceso es desarrollado en conjunto por las facultades de Derecho, Agronomía y Arquitectura y Urbanismo. “Quisimos hacer una integración de diferentes disciplinas para pensar y desarrollar de buena forma un ejercicio como éste, inédito en el país”, asegura Alexis Vásquez.

Sin embargo, la novedad de la metodología desarrollada radica en un segundo componente. “Este conocimiento técnico-científico, ha sido confrontado directamente con los conocimientos de las instituciones públicas que trabajan en los territorios locales, como encargados de Medio Ambiente de los municipios, PRODESAL, Seremías, servicios públicos de energía, agricultura, obras públicas, salud y el saber local de las organizaciones de la sociedad civil”, indica el académico.

De esta forma, se han desarrollado talleres con actores locales, lo que ha permitido a los expertos conocer de primera fuente el territorio desde el punto de vista ambiental y con esa información generar mejores propuestas, señala Alexis Vásquez. “Nos hemos encargado de conocer los intereses y las expectativas de cada actor, a través de un proceso bastante dialogante. La Planificación Ecológica local expresa la mirada sectorial ambiental sobre el territorio, algo que, creemos, está ausente de la planificación territorial en Chile”, agrega el académico. Jaime Rovira destaca que este componente participativo enriquece la información, ya que “la mayoría de los estudios que tenemos son a escala regional o nacional, por lo que hay muchos vacíos de información que quedarán saldados con estas instancias de trabajo colaborativo”.

Más que buenas intenciones

Esta Planificación Ecológica será de carácter indicativa, es decir, no busca normar el territorio. “No es obligatorio para los municipios acatar esta planificación, sino que se plantea como un instrumento orientador de recomendación sobre qué conductas y acciones debemos promover en los territorios para la protección de la biodiversidad presente en cada uno de los municipios. El resultado de este ejercicio es la mirada sectorial ambiental del Ministerio del Medio Ambiente, el cual se transforma en un aporte a la planificación territorial de las comunas”, explica Jaime Rovira.A pesar de esta condición, Alexis Vásquez confía en la metodología utilizada: “Por el trabajo que hemos desarrollado, creemos que los actores tendrán una mayor sensación de pertenencia con el instrumento, lo que asegurará su impacto en el territorio y que no se convierta en un documento de buenas intenciones que quede guardado en un estante”.

El proceso considera distintas instancias de participación con actores públicos y privados a nivel regional y local, de la sociedad civil, de la academia, ONG’s, municipios, gobiernos regionales y gobernaciones provinciales. En la primera etapa que acaba de finalizar, 66 funcionarios fueron parte de las reuniones de planificación, una “excelente convocatoria” en palabras de Alexis Vásquez: “No solo por el número de participantes, sino también por la calidad del diálogo y el contenido generado. Todos se mostraron muy entusiastas y comprometidos”.